La Iglesia de San Jorge es clausurada en 2005 tras la muerte de su párroco en extrañas circunstancias. Ocho años después, la diócesis encarga su reapertura al padre Ernesto Larraz, un sacerdote que ha sido apartado de la docencia por un polémico caso de agresión a un menor.
Las obras de restauración del templo propiciarán el hallazgo de una cripta que esconde una antigua talla barroca de un crucificado de aspecto aterrador.
¿Acaso puede existir un ente maléfico más antiguo y poderoso que el mismísimo Dios? Si eres de los que confían en que no hay lugar más seguro que el suelo sagrado de una iglesia, mejor no leas esta historia.