Muchos años después del éxito de MERCADERES DEL ESPACIO a Frederik Pohl, esta vez sin la ayuda de Cyril Kornbluth, retoma el universo desquiciado del siempre bien recordado Mitchell Courtenay para volver a relatar las cuitas de un publicista caído en desgracia. Esta vez el desventurado se llama Tennison Tarb, al igual que Courtenay, un brillante ejecutivo publicitario que, por cuestiones a mitad de camino entre la política y el trabajo, se encuentra de misión diplomática en Venus.Las austeras y honestas prácticas comerciales de los recalcitrantes venusianos superan la paciencia del bueno de Tennison, pero afortunadamente su misión en Venus está a punto de acabar y pronto dejará de soportar las escandalosas advertencias acerca de la poca calidad de la comida de los restaurantes y los consejos de cómo amasar el pan en casa de los supermercados. Pronto volverá a la Tierra y podrá desarrollar su más querida actividad; vender, vender y vender.Pero no todo va a ser tan fácil. Sus últimos días en Venus son desastrosos, envuelto en incidentes diplomáticos y casi arrollado por un tranvía resulta acaba por ser prácticamente expulsado de Venus. Al llegar a la Tierra las cosas no mejoran, cae en una, literalmente, trampa publicitaria convirtiéndose en un adicto a la Moka-Kola y a partir de ahí la bajada a los infiernos; degradado, expulsado de la agencia, enrolado en el ejército, vuelto a degradar, vuelto a expulsar, convertido en consumidor de a pie y envuelto finalmente en una conspiración de consecuencias imprevisibles, Tarb, es la pura imagen de la desesperanza y la derrota.