Hacía mucho tiempo que las guerras habían arruinado al mundo y obligado a la humanidad a contender con otras razas: gnomos, trolls, enanos y elfos. Pero en la paz de Val Sombrío, el medioelfo Shea Ohmsford se sentía ajeno a tales problemas hasta que llegó el gigante Allanon, dotado de unos extraños poderes druídicos, para revelar que el supuestamente difunto Señor de los Brujos estaba planeando destruir la Tierra. La única arma contra el poder de las tinieblas era la Espada de Shannara; y Shea, el único hombre que podía esgrimirla.