Escuchad, humanos, el tiempo se acaba.
El Génesis 6:3 declara que Dios dijo: "No voy a dejar que el hombre viva para siempre, porque él no es más que carne. Así que vivirá solamente ciento veinte años."
"La vida del hombre sobre la tierra tiene sus días contados, 120 años corresponden a 120 jubileos, así que el tiempo se acaba… La tierra no se venderá a perpetuidad, pues la tierra es mía; porque vosotros sois para mí como forasteros y advenedizos."
La Tierra, nuestro amado planeta, no nos pertenece, es un préstamo que tenemos que devolver a su legítimo dueño, pero mientras eso ocurre, unos seres reclaman la posesión... El tiempo prometido ha terminado y llega a su fin, han venido a tomar por derecho lo que nos pertenece, este insignificante planeta donde habitan los seres humanos. Se aproxima la hora y con sus ingenios tecnológicos y su astucia volverán a hacer habitable el planeta para ellos. Sólo uno de nosotros tiene poder para impedirlo, pero tratarán de darle caza. No se puede impedir lo inevitable... La raza humana está condenada y la Tierra volverá a ser de nuevo de sus auténticos amos.