«Creíamos que nos conocíamos el uno al otro. Creíamos que nos conocíamos a nosotros mismos.»
Blythe ya no sabe qué es verdad y qué es mentira: ¿está viviendo la vida feliz que siempre deseó, con un marido perfecto y una hija angelical? ¿O está repitiendo la sórdida historia de su madre y su abuela, marcada por el desapego y el maltrato? ¿Es Fox, su marido, el compañero y padre ideal, o tiene una vida paralela que cada día lo aleja más de su casa? Su hija Violet ¿es una niña brillante y complicada, que solo quiere que su madre le preste más atención, o es malvada de nacimiento? Depende del momento y de cómo se mire, todo y nada puede parecer verdad o parecer una trampa.
El instinto es una novela que se queda grabada. Una historia de horror y redención, una exploración del origen de la maldad y del modo ominoso en que los traumas familiares se transmiten de madres a hijas. Esta es, en definitiva, una historia valiente que da pie a que cada lector se interrogue sobre cuestiones dolorosas, personales y, por ello, necesarias.