A menudo se ha dicho, y no sin razón, que Robert Bloch fue el mayor escritor estadounidense de literatura fantástica después de Lovecraft. Quizá sea menos conocido como escritor de ciencia ficción. Sin embargo, cuando Bloch utiliza su inagotable imaginación para abordar el tema de las realidades actuales (en este caso, sobre la cada vez más denostada por unos y alabada por otros explosión demográfica), nos transporta a un futuro insoportablemente verosímil, en páginas dignas de sus mejores escritos de terror. Escrita en los años cincuenta del pasado siglo y ambientada en nuestro presente, esta novela plantea un escenario muy semejante (porque no podía sr de otra manera) al que nos encontramos en otras tantas obras de ciencia ficción que han abordado el tema de la superpoblación (recordemos Todos sobre Zanzíbar o ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!, de John Brunner y Harry Harrison respectivamente. Cuando la vida resulta insoportable solo caben dos posibilidades: o derrumbarse mentalmente ante lo inevitable (punto de arranque de esta novela que tiene en sus manos) o dejarse llevar por una vorágine de acontecimientos que no tienen más salida que la revolución. ¿Cuál es la peor solución posible? ¿Acaso se puede elegir?
La novela Psycho de Robert Bloch (1917-1994), con un poco de ayuda de Alfred Hitchcock, hizo que miles de personas salieran gritando de sus duchas. Aunque no es fantasía, Psycho demuestra la capacidad de Bloch para asustar. Trabajando sobre todo con el relato corto, esculpe una pieza de ebonita de terror a partir de lo que parece un mundo muy real, que se hace aún más patente por sus cambios de estilo: mucha conversación en un relato, escasa narrativa casi chandleriana y diálogo en otro. Muchas de las historias de Bloch parecen estar escritas para aficionados: «The Man Who Collected Poe» es una historia que dará envidia a un coleccionista de libros, pero que asustará a cualquier persona cuerda, «La trama lo es todo» es para los aficionados al cine, y «Tren al infierno» debería interesar a los entusiastas del ferrocarril.
Las obras más largas de Bloch parecen ser casi todas homenajes a un escritor u otro. En la categoría de novelas cortas, están «A Good Knight's Work» y «The Eager Dragon», en las que un tipo de Broadway, a la manera de Damon Runyon, se enfrenta a criaturas fantásticas, y en «Nursemaid to Nightmares», un relato al modo de Thorne Smith, conocemos a Rory el Hombre Lobo, Simpkins el Vampiro Desdentado y otros de su clase. (Estos tres relatos están recogidos en Dragons and Nightmares.) Otro homenaje, de extensión novelesca, es El terror que nos acecha, novela en la que Bloch utiliza los Mitos de Cthulhu de H. P. Lovecraft como si fueran algo real, como si Lovecraft no hubiera escrito relatos y novelas, sino serias advertencias. El conocimiento de la obra de HPL contribuye al disfrute de este relato, pero no es realmente necesario, ya que Bloch lo sitúa todo en una perspectiva escalofriante. [Baird Searles]