La Carta, documento de constitución de la Sociedad Naturalista de la Tierra, había protegido, desde hacía generaciones, la integridad de la Reserva de Cadwal, un planeta rico en recursos naturales cuya explotación supondría el final de un entorno natural único e irrepetible.Pero la Carta ha desaparecido de los archivos de la Vieja Tierra. Y al mismo tiempo, una conspiración de personajes codiciosos y sin escrúpulos reclama, en nombre del progreso, la apertura de Cadwal y el fin de la Reserva.