El género del terror lleva mucho tiempo explorando los dos motores que impulsan la existencia humana. Llámalos cómo prefieras: sexo y muerte, amor y destrucción, tentación y terror. Aunque muchos se esfuerzan por alcanzar sus extremos, pocos autores consiguen encontrar la belleza que reside en el espacio liminal entre esas fuerzas polares, el estremecedor éxtasis encerrado dentro del impacto. Livia Llewellyn, una autora alabada por su oscura prosa, conmovedora y evocadora por sus inquietantes relatos personales, va un paso más allá.
Exuberantes, con diversas capas, elegantes, los trece cuentos que componen Crisol resultan exquisitos, bellos y crueles, cargados de placer y dolor, de hambre y de dientes afilados que se clavarán en lo más tierno de tu alma.