Un hombre queda atrapado en su propia casa, donde descubre una extraña presencia para la que no tiene explicación. No puede imaginar que su historia está íntimamente ligada a la de dos adolescentes idealistas que sellaron un violento pacto y a la de un vagabundo que la policía ha encontrado en la linde del bosque, con las yemas de los dedos quemadas y toda clase de símbolos tatuados o marcados a fuego en su cuerpo. Ellos son los enfermos. Los raros. Los distintos. Los impropios. Habitan los márgenes y deben adaptarse para encajar. Obedecer y camuflarse para pasar desapercibidos. Porque la lucha es desigual. Porque no pueden ganar. Ni en mil años podrían... ¿O sí?, piensa Pablo, dispuesto a cruzar todos los límites y a cambiar las reglas que deban cambiarse. Y es que Pablo tiene un plan: huir de un orden falso, arbitrario e impuesto. Encontrar la puerta que le llevará a ese lugar donde todo lo que creíamos saber deja de servir. Donde los caminos no se siguen: se dibujan. Contra los lobos es una novela que va mutando. Las tres historias que la componen se conectan página a página, desplegando ante el lector un mapa donde encontrar salidas para escapar del signo de nuestros tiempos: lugares comunes convertidos en pozos o altares, leyes atávicas que carecen de justicia social, trazados ocultos que solo son visibles si sabemos dónde mirar...