Amelia Díaz, de natural dramática y escrupulosa, inmersa en pleno apocalipsis zombi en Madrid, se hace la misma pregunta. Tras ser mordida en la fábrica donde se esconde con sus compañeros de trabajo, se plantea cómo abordar la situación.
La infección le hará comprobar cómo los principales mitos de las películas del género Z estaban equivocados. Se conducirá por un camino de vísceras donde además de conocer su creciente hambre a la carne humana, se conocerá a sí misma. Este camino le abrirá un mundo de posibilidades fuera del alcance de cualquier humano corriente.
Pájaros de origami, atracones de supermercado y un perro, son algunos de los ingredientes de esta cuenta atrás que, por supuesto, teñirá las páginas con sangre, muerte y un humor muy ácido.