James Kirk, nombrado jefe de operaciones de la Flota Estelar, ha dirigido una drástica modernización de la Enterprise. Pero, paralelamente, un científico klingon residente de la Tierra ha inventado un ingenio que dejará anticuada a la remozada Enterprise incluso antes de su vuelo inaugural: una nave aparentemente sin energía motriz que alcanza velocidades translumínicas y que dejará atrás conceptos como los de hiperespacio, materia y antimateria e incluso la ley de la conservación de la energía. Pero el mayor problema no es científico, es que puede romper el equilibrio de la Federación con el imperio klingon...