«Devastadora en el mejor sentido de la palabra. Esta obra te dejará con ganas de leer más novelas de Kiste y de seguir descubriendo su innegable talento».
(Jess Landry)
Puede que la encuentres en una carretera solitaria, haciendo autostop a medianoche. Se hace llamar Rhee, pero todo el mundo la conoce por otro nombre: la Chica de la Curva.
Vive en una decrépita mansión en un camino a ninguna parte, en compañía de otras almas perdidas que encarnan diferentes leyendas urbanas: Verónica, siempre acechante al otro lado del espejo; la Ama, surgida de una canción infantil y transmutada en una criatura de pesadilla; la Chica del Ataúd, obligada a construir su propia féretro durante toda la eternidad; Mari Lwyd, siempre inquietante y acompañada de su cráneo de caballo.
No recuerdan quiénes eran antes de la existencia que ahora viven, ni siquiera si hubo un antes. Y lo peor de todo es que no saben cómo escapar de este destino.