Un viejo toxicómano cumple condena en la cárcel La Modelo, en pleno centro de Barcelona. Derrotado por una vida que se agota, decide poner en orden sus fantasmas, consciente de ser juez, parte y único albacea de la mejor historia sobrenatural que nunca jamás ha sido contada. Comienza a escribir una serie de cuadernos que hablan de su juventud como batería de Los Conductores de Dallas, y de su paso por la banda de Carlos Reptil Santos, un hombre que nunca debió existir y al que llegó a amar y a temer como solo puede hacerse con la droga. Una historia que cabalga entre el crujir de huesos carcelarios y la inmersión en unos recuerdos de furgoneta.