Año 280 d. C. El centurión Constante Barsemis, con su liberto Elio Rodrigo, entra en la decadente ciudad de Tarraco para visitar a su hermana Valentina. Su cuñado, el edil Julio Natal, le pide que le ayude a resolver unos misteriosos casos en los que familias enteras han sido cruelmente masacradas; casos relacionados con otro similar que el centurión presenció tiempo atrás en la remota ciudad de Palmira. Ambos ignoran que se están adentrando en una trampa mortal. Constante y su cuñado investigarán las terribles muertes y descubrirán un mundo oculto de hechiceros y brujas que devoran carne humana y practican la nigromancia, resucitando a muertos para sus oscuros fines.
Nocturnalia es un viaje bien documentado a uno de los periodos más desconocidos del Imperio Romano, el de finales del siglo III. Un periodo turbulento repleto de caos y confusión en el que proliferaban los cultos mistéricos orientales, la magia negra y la adoración a las divinidades infernales.