William Wilkie Collins (Londres 1824-1889) -de quien ya ha aparecido en esta colección la primera novela que escribió: Ioláni, o Tahití tal como era - conoció en 1851 a Charles Dickens, autor al que le uniría una profunda amistad y que le dio a conocer en las páginas del semanario All the Year Around, donde aparecerían por entregas La dama de blanco (1860), Armadale (1866) y La piedra lunar (1868). Como buen escritor victoriano, Wilkie Collins siempre demostró interés por lo macabro, por lo que no es de extrañar que su afición juvenil a la novela gótica le llevara a encariñarse con los relatos de fantasmas.
Monkton el loco, una de las piezas más largas de Wilkie Collins es un relato gótico sobre una extraña y rancia familia que vive en una abadía en ruinas y que arrastra la maldición de la locura hereditaria. Los cuentos reunidos en esta selección demuestran el instinto del autor para mantener en suspenso la atención del lector, y su habilidad para alargar, retorcer, hilvanar y reinventar sus enrevesadas tramas, mediante detalles ambientales y personajes secundarios que consiguen hacer de cada uno de ellos una verdadera crónica del lado oscuro de la apacible vida cotidiana. No sin razón, Borges le tenía por el maestro de la intriga.