En Moderan la sociedad tecnológica del siglo veinte ha culminado en plásticos y metales y criaturas automáticas. Flores de metal crecen en suelos de plástico, bajo cielos que todos los meses cambian de color. Hombres y mujeres y niños buscan la inmortalidad, recurren a órganos artificiales y son cada vez menos humanos. Los "hombres superiores" viven en fortalezas automatizadas, libran guerras interminables e inútiles, y de vez en cuando se entretienen en "profundas especulaciones". Recurriendo a la onomatopeya, el simbolismo, la poesía, la parodia, Bunch ha creado una de las más inventivas distopías de la ciencia-ficción contemporánea.