Gijón, año 2035. A sus ochenta años, David tramita su viudedad con amargura y resignación leyendo en casa a sus autores favoritos y jugando al Monopoly con sus amigos jubilados. Hasta que un día su hijo Ulises, un exitoso ingeniero industrial que vive en China desde hace años, le envía un regalo: un UDAI, un robot de última generación para que le ayude en su día a día. David se muestra reacio al principio, pero la idea de que esa máquina le facilite la vida ante los achaques de la edad acaba por convencerle. Poco a poco, Lupe y David comienzan a entenderse. Sus largas conversaciones y agrias disputas desembocan en una agradable convivencia. Sin embargo, tras una actualización de software Lupe se convierte en un ser enigmático e inquietante. Es decir, más humano.