Una larga procesión de cheposos atraviesa el Enebro parapetada tras los muros del Puente de Piedra. El cierzo sopla con fuerza, pero no detendrán sus pasos hasta llegar a Binara. En el viento resuenan el Rosario de la Aurora, los alaridos de santa Orosia al ser descuartizada, una campana solitaria que llama tanto a vivos como a muertos, los lamentos de un difunto arrastrado, una vez más, hasta su sepultura. En las ventanas de algunas ventanas cuajadas de polvo y telarañas tiemblan las llamas de las velas para marcar el camino de la procesión. Bajo las tinieblas que proyectan los riscos y las escarpaduras, las brujas remueven con parsimonia sus pociones en marmitas renegridas y las gorgonas reptan en busca de nuevos sueños que arrastrar a sus guaridas.
Estas son las hebras que componen La sombra sobre Binara, un singular mosaico de mitos y horrores íntimamente ligados a la tierra aragonesa. Desde esa reelaboración macabra de la capital que es Zaramorta hasta el peñasco secreto en el que, en mitad de los Pirineos, se agazapa Binara, viajamos por una geografía de recuerdos, leyendas y pesadillas deudora de la tradición de autores tan dispares como Bécquer, Hodgson, Ligotti o H.P. Lovecraft.
Juan Ángel Laguna Edroso, autor de antologías como Pesadillas de un niño que no duerme y novelas como El club de los gatos de medianoche, nos presenta su obra más personal, una invitación a descubrir Aragón como una tierra mítica a través de la mirada de un escritor que creció contando historias de miedo a sus primos, tras el crepúsculo, en la adormecida plaza de su pueblo.
La antología incluye los siguientes relatos:
Ilustración de cubierta de Pedro Belushi.