Toda familia tiene secretos, especialmente las de rancio abolengo, y la mejor manera de guardarlos es tras un grueso y silencioso muro piedra. Los Randolf han habitado durante siglos en el antiguo castillo de Gowrie, fortaleza famosa (o infame) por sus historias de fantasmas y pasadizos ocultos. Cuando el joven John Randolph, ahora lord Lindores, alcanza la mayoría de edad, esa misma noche, su padre, el conde, lo despierta para guiarle en una fatídica excursión nocturna a las entrañas del castillo. Como heredero de la familia, deberá cargar también con su terrible secreto.
Margaret Oliphant (1828- 1897), habitual escritora de la revista Blackwood, se inspiró en las historias de fantasmas ancestrales, habitaciones que desaparecían y ritos demoníacos del castillo de Glamis (Angus, Escocia) para escribir este escalofriante relato de terror para la edición navideña de 1876. Críptica Editorial redescubre esta magnífica obra de la escritora escocesa inédita en castellano, al igual que ya hizo con La ventana de la biblioteca.