Clasificada en España dentro del género thriller, esta novela recibió en 2003 una mención especial en los premios Philip K. Dick. de ciencia ficción. ¿Por qué? Pues porque es una novela de ciencia ficción pura y dura. Sí, es verdad que en algunos momentos hay suspenso, acción y servicios secretos detrás de los protagonistas. Pero es como decir que
Yosef Kobinski, cabalista y físico nuclear recluido en el concentración de Auschwitz, desaparece delante de las narices de sus vigilantes sin dejar rastro. Un periodista de una revista dedicado a fenómenos paranormales investiga el caso años después, y un rabino especializado en el código de la Biblia descubre que Yosef Kobinski es nombrado repetidamente en ella junto con palabras como \\\'arma de destrucción\\\'. Al mismo tiempo, una doctora en física, está investigando una onda universal que, según como se manipule, podría destruir el mundo tal como lo conocemos hoy. Varios servicios secretos pretenden conseguir esa tecnología. En el conflicto de intereses, se abre un portal en el tejido tiempo-espacio, y los personajes implicados se volatilizan. ¿Dónde han ido?