En todo Judea no se conoce a un plusmarquista de la fe como Jesús de Nazaret. Los romanos han decidido celebrar la Pascua con una cronoescalada al Gólgota, una diversión apropiada para los pueblos más cobardes. En otra parte de Jerusalén, mientras preparan a Jesús para la salida, Simón de Cirene pastorea a sus tres nietos.
Éste es el inicio de un relato que coquetea con los márgenes de la realidad, de la prosa y hasta del mal gusto. Violento, ácrata, reivindicativo a ratos, Alejandro Castroguer firma una original variante de la ejecución más famosa de los últimos 2.000 años.