Durante milenios, los magníficos dragones de Pe habían luchado fieramente al servicio de la humanidad. Y los hombres que los cabalgaban constituían, en el sentido más exacto del término, una raza aparte, cuyos especiales poderes telepáticos, que convertían a jinete y montura en una sola entidad, les permitían combatir a las terribles Hebras que, periódicamente, llovían con mansa ominosidad sobre el planeta.
Pero hacía muchas Revoluciones que habían caído las últimas Hebras. El peligro parecía haber desaparecido. Los grandes Señores de los Fuertes habían empezado a dejar de pagar los tradicionales diezmos, y los caballeros ya no eran considerados más que como una inútil reliquia de tiempos pasados. Los Weyrs de los dragones estaban en plena decadencia. Sin embargo, las Hebras iban a volver a cae.
“Las apasionantes historias de Anne McCaffrey son de lectura obligatoria para los seguidores de los dragones. ¡Me encantas sus libros!” -- Christopher Paolini, autor de Eragon
Nota de la tienda: premios Hugo y Nebula 1968 por el relato contenido "La búsqueda del Weyr"