En el principio de los tiempos solo había tiempo, y luz y oscuridad y otras cosas que vinieron después. Pero ya entonces, en esa tiniebla extraña y sin motivo, el edificio esperaba agazapado y prudente. En términos absolutos, podría decirse que el edificio existía antes que el universo: que el universo se creó para que un día pudiera llegar a construirse el edificio.
Conoce y vive a lo largo de 150 microrelatos la vida del edificio más grande del mundo, desde su existencia preexistencial hasta su desaparición y olvido, pasando por su concepción, su construcción, su inauguración, su deterioro y su caída. A partir de estos relatos, cada lector puede sacar sus propias conclusiones, ver en él una metáfora de la vida, del universo, de Dios o solo 150 relatos sin sentido.