En una misma ciudad conviven dos mundos paralelos y opuestos. Marc es un niño de seis años cuya ingenuidad solo le permite vislumbrar el lado amable de la realidad: pasear junto a sus padres una tarde de compras eligiendo en los escaparates los juguetes de Santa Claus. No llega a imaginarse que la urbe pueda albergar otro lado más sórdido e inhóspito, aquel donde la humedad y el frío preceden a las entrañas de un averno gélido, donde las alimañas de la noche convierten la materia prima de los sueños en las peores pesadillas, el lado más siniestro del espejo de Alicia. Un lugar habitado por seres terribles cuya maldad también puede cernirse sobre las víctimas más indefensas.