“Caballero de sombras y espectros” es la sexta novela del ciclo de Dominic Flandry, Agente del Imperio Terrano, el encantador canalla creado por Poul Anderson y que viene a ser una suerte de James Bond del espacio, creado varios años antes de que Ian Fleming soñara siquiera con su famoso personaje. A lo largo de los cinco volúmenes anteriores, hemos visto cómo Flandry iba ascendiendo en el escalafón del cuerpo de Inteligencia Militar de la Armada, desde su rango de simple alférez. Tras frustrar mil y un complots del Imperio Merseiano y de su principal agente, Aycharaych, Flandry goza ahora de su estatus como caballero del imperio y hombre de confianza del nuevo emperador (un emperador que, por fin, parece sí estar a la altura del cargo). Todo parece estar en calma y Flandry se encuentra disfrutando de unas merecidas vacaciones junto a uno de sus innumerables hijos bastardos, un joven ya crecido que, al igual que su padre biológico, pertenece al cuerpo de inteligencia. Y es entonces cuando comienza la partida más intrincada de todas las ideadas por el diabólico agente Aycharaych, una partida que se cobrará un altísimo precio en Flandry y que supone, casi, el clímax de toda esta apasionante saga.