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Manzanaro Arana, Ricardo

Aterrizaje en la Tierra

El extraterrestre aterrizó con su nave en un lugar de la Tierra. El repulsivo ser descendió del vehículo y se acercó a un lugar donde se reunían numerosos individuos, los cuales, al verle, le recibieron amablemente. Procurando no dañar a nadie con sus enormes garras, el ser habló con los otros, que provenían de los más variados mundos.

Al final marchó a su nave y salió de la Tierra, informando a sus superiores de la situación en dicho planeta.

— ¿Viste al tipo a lo Alien y con unas súper-garras?

— Puah, una pasada. Estaba súper-logrado

"HispaCon 2020. Fiesta de disfraces"

Misión de exploración

Alberto estaba entusiasmado, porque había sido elegido para la primera misión tripulada de exploración galáctica. Gracias al recién descubierto túnel transdimensional, era posible recorrer la galaxia en poco tiempo.

Profesor de Biología Animal en la universidad, la pasión de Alberto era la xenobiología, especular con formas y fisiología extrañas, según el ambiente planetario. Disfrutaba imaginando seres estrambóticos, pero lógicamente adecuados a un planeta.
Seis meses después, la expedición volvió a la Tierra. Había sido un éxito. Se había contactado con veinte civilizaciones extraterrestres, pero Alberto estaba terriblemente frustrado. Todos los alienígenas eran idénticos a los habitantes de la Tierra. Absolutamente igual.

Búsqueda

La gran nave continuó su interminable viaje, revisando toda la galaxia, en busca de nuevas civilizaciones en desarrollo, que pudieran suponer una amenaza en el futuro. Su objetivo final era ser la única civilización avanzada. En cuanto descubrían algún planeta donde empezara a haber seres inteligentes y racionales, lo arrasaban.

Era junio de 2020 cuando la mega-nave llegó al Sistema Solar y se acercó a la Tierra, preparando sus destructivas armas, e investigaron el planeta y a los seres allí presentes. Unas horas después, la nave se fue sin haber hecho nada. No habían encontrado seres racionales e inteligentes.

Alienígenas

 —Dice usted haber visto unos alienígenas — le dijo el policía al denunciante — ¿Que aspecto tenían?

—Te...terrible — balbuceó el otro — Yo creo que son los mismos de la vez anterior. Unos cuerpos extraños y deformes...una pinta asquerosa. Mire, pude hacer una foto sin que me vieran

Enseñó el móvil al otro, que entonces maldijo varias veces, tras lo cual alertó a todas las patrullas.

— !Atención¡ Hay un nuevo aterrizaje de seres procedentes de la Tierra. Vayan a investigar, pero prepárense para la impresión. Algunos incluso tienen barba — paró un momento, porque sintió nauseas.

Paraíso

Tras el informe del experto en planetas, que resumió su opinión en el término "fabuloso", y la confirmación del experto en las Sagradas Escrituras, quedó claro que era cierto. Aquel planeta era el Eden. No un paraíso, sino "El Paraíso". Era idéntico al 100% a lo que se describía en la Biblia, aunque sin serpientes tentando. Era el planeta más bello, el más espectacular, el más limpio, el que mejor olía, el único en que el CO2 producido por los hombres era transformado en oxígeno en microsegundos, el que tenía los colores más vistosos... Y se confirmó que era el planeta más viejo encontrado nunca.

Los científicos y los religiosos, entusiasmados, fueron a comunicar al jefe de la zona galáctica la gran noticia. Tras un rato dominando la incredulidad en la psique del dirigente, el tipo tuvo que reconocer que parecía que era cierta la hipótesis. Pero entonces dijo:

— Bueno, vale, de acuerdo, es el Edén....pero eso no lo libra de un buen repaso. Habrá que terraformar.

Varios minutos después, ya se habían decidido hacer varias decenas de modificaciones en el Paraíso.

Infierno

“Si existe el Infierno, no debe ser tan terrible como esto” pensó el comercial de la inmobiliaria de planetas, mientras sobrevolaba con su cliente el lugar.

Una radiación solar que te carbonizaba en segundos, volcanes escupiendo lava por doquier, vendavales que arrancaban árboles, un nivel de CO2 que te provocaba la asfixia nanosegundos después de quitarte el respirador…

El comercial estaba a punto de decir que, si quería, iban ya a otro planeta cercano más agradable, pero entonces el cliente exclamó “¡Perfecto! ¡Ideal! Nos lo quedamos”. Tras acordar la venta, mientras el vendedor seguía boquiabierto, el nuevo propietario le dejó su tarjeta de visita: “Cárceles de Máxima Seguridad Sons of a Bitch Inc. No se nos escapa nadie”