El médico contempló apesadumbrado la consulta que iba a abandonar en ese momento. Cuando comenzó hace años a investigar, no se podía imaginar que aquel esfuerzo le iba a ocasionar este cese
Ya no era útil. La nanotecnología había ocasionado la caducidad del método tradicional de tratamiento médico, en el que el profesional prescribía un fármaco para intentar sanar al enfermo.
Mientras caminaba por las estancias del hospital, el médico coincidió con lo que parecía el primer tratamiento que llevaba a cabo su sustituto. Este, mucho más joven que el facultativo que se iba, se dispuso a tratar una grave infección, que estaba al borde de terminar en sepsis. El nuevo se sentó frente a un dispositivo con varios mandos. Luego se colocó las gafas de inmersión, y comenzó la terapia.
El linfocito modificado transmitió imágenes del torrente sanguíneo tomadas con su nano-cámara, que se veían en una pantalla, de la que estaban atentos varios sanitarios, aparte del médico que abandonaba. El nuevo experto en infecciosas comenzó a mover los mandos para dirigir al linfocito. No tardó mucho en alcanzar el foco de infección. Al médico que se retiraba le vinieron a la mente imágenes de la película “Viaje Alucinante”, y lo comparó con lo que veía en ese momento. Y la pinta de las bacterias y de los anticuerpos era mucho menos espectacular que en aquel film. El médico abandonó la sala, mientras el nuevo manejaba con destreza los mandos, ordenando al linfocito disparar nano-proyectiles y acabando con los gérmenes.
Antes de salir del hospital fue a recoger una bolsa grande, que contenía los títulos por él obtenidos: másteres, doctorado, artículos en revistas prestigiosas,… Y ahora ¿para qué iban a servir? ¿Qué iba a hacer él todavía con 52 años?
Poco después, el joven sustituto había liquidado todos los focos infecciosos localizados en aquel enfermo, Se quitó sus gafas de inmersión, y se dirigió a su nuevo despacho, en el que empezó a colocar sus títulos y galardones: “Campeón regional de videojuegos bélicos”, “Master Total Alien Extinction”, “Seleccionado para el campeonato europeo de Nano Figther Body Cop”. En ese momento se acordó: “Y pensar que mi padre decía que con los videojuegos nunca iba a hacer nada de provecho”
Ricardo Manzanaro (San Sebastián, 1966) Médico y profesor de la UPV/EHU (Universidad del País Vasco). Mantiene un blog de actualidad sobre literatura y cine de ciencia-ficción ( http://www.notcf.blogspot.com/ ). Asistente habitual desde sus inicios a la TerBi (tertulia de ciencia-ficción de Bilbao), y actualmente preside la asociación surgida de la misma “TerBi Asociación Vasca de Ciencia Ficción Fantasía y Terror” ( http://terbicf.blogspot.com.es/ ). Tiene publicados más de 40 relatos.