Elegido uno de los mejores libros del año por Sadie Hartmann, SciFi and Scary, BookNookNoggin y Well-Read Beard. Mención honorífica por parte de Elen Datlow.
Abby Gillman ha descubierto que crecer lleva implícita la presencia de la sangre, pero nada la prepara para el rastro de sangre que descubre en el pasillo de su instituto, ni para el fantasma que encuentra atrapado en una taquilla que hace tiempo que nadie utiliza.
Por supuesto, nadie creerá que las visiones de Abby son reales. Por mucho que desee que la crean, lo que más anhela es saber por qué, de repente, puede ver a los muertos. Desafortunadamente, los muertos, lejos de querer comunicarse con ella, parecen hacer todo lo posible por ignorarla.
Durante el período estival, Abby viaja a casa de su tío cargada con un montón de preguntas. La visita le proporcionará las respuestas que los fantasmas parecen no querer darle, pero puede que lo que descubra no solo no le guste, sino que tambaleé los cimientos de su realidad.