Le podríamos llamar Crag, puesto que era el que usaba, y le vendrá muy bien como nombre. Era un ladrón y un criminal asesino. Una vez fue un hombre del espacio, de cuyo recuerdo le quedó una mano de metal. Eso y el gusto por los licores exóticos, además de una horrible aversión por cualquier clase de trabajo, podría resumir fácilmente el retrato somero de nuestro personaje. Crag, en efecto, es un pícaro, un simpático pillo dedicado a burlar la policía del Espacio, que lo persigue implacablemente para someterlo al terrible cambio de personalidad, que haría de él un hombre honrado. Pero Crag siempre consigue escapar... hasta el final.