Milville sería una pequeña ciudad adormecida, una ciudad como tantas otras si no fuera por una peculiaridad: había en torno a ella algo impalpable, una frontera, que podía ser atravesada por todo, menos por la vida.Uno de los habitantes de tan singular ciudad era Brad, individuo más o menos fracasado, propietario de un invernadero. En algún momento comienzan a aparecer en éste misteriosas flores moradas. Flores que son las claves que permiten pasar a un universo paralelo, en el que existen inteligencias no humanas. Casi sin proponérselo, Brad se convierte en su interlocutor.All Flesh Is Grass (1965) inicialmente fue traducida por Antonio Ribera en la edición de Edhasa de 1968 con el desafortunado título de Flores fatídicas. 25 años después la tradujo Mireia Carol para Grijalbo como Toda la carne es hierba, más respetuoso con el título original.