Solucionados momentáneamente los problemas de Valera, Miguel Ángel Aznar parte hacia el circumplaneta comandando una flotilla exploradora que a poco de aterrizar es atacada por los habitantes del planeta, unos insectos gigantes similares a las mantis (aunque en realidad forman colonias como las hormigas) pero de talla superior a la humana, los cuales están dotados de una inteligencia y una tecnología similares a los de la Tierra de principios del siglo XX. En tales circunstancias las mantis no deberían ser rivales para unos valeranos infinitamente más avanzados tecnológicamente, pero éstos se encuentran con la desagradable sorpresa de que las mantis poseen varios proyectores de rayos gravitacionales, desconocidos para los protagonistas, que provocan el derribo de la nave que comanda el a