Cómo las empresas, los gobiernos y las escuelas utilizan los juegos para controlarnos a todos
Los trabajadores de un almacén preparan cajas mientras un dragón virtual corretea por sus pantallas. Si vencen a sus compañeros, obtienen un premio. Si no, pueden ser despedidos. Uber plantea retos a sus chóferes agotados para que sigan conduciendo. China puntúa a sus ciudadanos para que se comporten correctamente, y las microtransacciones de los videojuegos se aprovechan de los logros para vaciar nuestros bolsillos.
Los puntos, medallas y clasificaciones se están introduciendo en cada resquicio de la vida moderna. En Te la han jugado, el diseñador de videojuegos Adrian Hon plantea una crítica demoledora de la forma en que las empresas, las escuelas y los gobiernos usan los juegos y la gamificación como herramientas para ampliar su beneficio y extender su capacidad coercitiva. Se trata de juegos en los que a menudo no podemos negarnos a participar y en los que perder conlleva graves castigos. Te la han jugado es una ácida invectiva contra un mundo dirigido por la tecnología que pretende convencernos de que la miseria es divertida, una llamada a las armas para cualquiera que aspire a mantener su dignidad y autonomía.