Elizabeth llegó a Gaozu para ayudar en una investigación científica. En nombre de la Organización Universal de Sapientes, ella y sus compañeros pretendían explorar el planeta en busca de vida inteligente.
Ahora, dieciséis años más tarde, Izzie capitanea la Errante, una basurera a la que han asignado una misión: recoger los restos de una nave accidentada cerca de Marte. Sin embargo, lo que encuentra allí es un mar de cadáveres y una mano ejecutora que conoce demasiado bien. Sin pretenderlo, ella y su tripulación se ven envueltas en una lucha que Izzie creía haber abandonado y que se sumará a su propia batalla, la que libran su pasado y su presente, su vocación y su maternidad, su corazón y su deber.
Sin renunciar al sentido de la maravilla, Isa J. González nos traslada a un futuro donde la ambición humana sigue intentando oscurecer un horizonte de luz y esperanza. Un horizonte que llevará a los habitantes de la Errante de vuelta a Gaozu, el planeta amarillo.