Año 2425 A.D. Ciencia y Técnica han alcanzado un increíble desarrollo que permite al hombre desprenderse de lo que considera supérfluo: su cuerpo, dejando tan sólo lo presuntamente esencial: el cerebro. Surge así el mundo de los `cerebromorfos`. Un mundo alucinante, en el que subsiste independientemente de su perfección ideal, la búsqueda del hombre de sí mismo. ¿Pero dónde quedan las pasiones?, ¿la naturaleza? los sentimientos? Es pese a todo un universo en el que `no hay cosa más simple que la vida, incluidos los milagros`. Es una proposición. ¿O no?