Procedente de la Tierra, el autoplaneta Valera regresa a Redención. Los sesenta años que Valera ha invertido en su viaje de ida y vuelta, desarrollando velocidades próximas a las de la luz, equivalen a mil trescientos ochenta años en la medida del tiempo terrestre. Los astronautas esperan encontrar en el hermoso planeta una civilización adelantada en mil trescientos ochenta años a la que ellos dejaron al partir. Pero los hombres de silicio, criaturas inteligentes que habitan en el interior hueco de Redención, han restaurado su destruido imperio aniquilando a la civilización terrestre. Los valeranos, a su regreso, sólo encuentran una humanidad vuelta a la incivilidad de los tiempos primitivos, ruinas... y hombres de cristal.