Para Ismael Quirós-Villafranca la afición de su hermano Eusebio por la obra del escritor francés Julio Verne no iba más allá de una tranquila obsesión. Sin embargo, mientras los convulsos años treinta del siglo XX avanzan inexorablemente a su fin, Ismael y Eusebio descubrirán que los conocimientos vernescos del último son impresecindibles para tener éxito en el viaje en el que ambos se han embarcado. Ellos y sus compañeros recorrerán el mundo (y puede que varios mundos) tras la pista del legado de Julio Verne y vivirán aventuras sin cuento en pos de un secreto cuya obtención puede ser más peligrosa de lo que parece cuando un segundo bando entra en liza y compite por el mismo premio.