Los fascinantes personajes de este relato, inquietante y hermoso, deambulan por delgados y desasosegantes filos entreverados que apenas se distinguen. Los paisajes y entornos, los afanes y relaciones surgen y se desvanecen entre los imprecisos lindes de la realidad y la ficción, la vigilia y el sueño la determinación y el miedo, el deseo y la transgresión. Con ellos, nos adentramos y recorremos los distintos tiempos y espejos que habitan, les atrapan y conforman; los universos propios y ajenos que al lado, o inmensamente lejos, les animan o confinan. La encarnizada pelea del poder para someter a la belleza. El arte y la pasión que se reconocen debaten, tiemblan y porfían por no claudicar, alcanzar sus respectivos apetitos y anhelos.