En un mundo artificial creado y sembrado de diez mil líneas de sangre por los desaparecidos Conservadores, el linaje del joven Yama es único, tanto más cuanto que parece tratarse del último vestigio de los Constructores, la más cercana de todas las razas a los artefactos venerados en Confluencia. Ahora que el fin del mundo está cerca, Yama deberá aceptar por fin un poder tan inesperado como indeseable. Paul McAuley, audaz visionario galardonado con el Premio Arthur C. Clarke, comenzó con Hijo del río una obra maestra en vías de gestarse y nos transportó años luz e incontables milenios hasta Confluencia, un mundo creado por el hombre que orbita una estrella próxima a un agujero negro artificial. Allí descubrimos fabulosas verdades sobre el deber, el destino y el conocimiento, sobre los dioses y la creación. Pero aún quedan leyendas del futuro de la humanidad por desentrañar y sobrecogedores destinos por ser desvelados.