Es el asesino perfecto. Nadie puede pararlo. Nadie puede encontrarlo. Eso cree él. Chicago, 1931. Harper Curtis, un vagabundo violento, se topa con una casa con un secreto tan sorprendente como su retorcida naturaleza: se abre a otros momentos del tiempo. Lo utilizará para acechar a sus «luminosas», elegidas con mucho cuidado, a través de las décadas, y quitarles su brillo.
«No es culpa mía. Es tuya. No deberías ser luminosa. No deberías obligarme a hacer esto».
Chicago, 1992. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte. Que se lo digan a Kirby Mazrachi, cuya vida se ha trastocado tras un brutal intento de asesinarla. Mientras lucha por encontrar a su atacante, su único aliado es Dan, un antiguo periodista de homicidios que se ocupó del caso y que trata de protegerla de su obsesión. A medida que Kirby avanza en la investigación descubre a otras chicas, las que no lo lograron. Las pruebas de los crímenes son... imposibles. Pero para una chica que debería estar muerta, imposible no quiere decir que no haya pasado...