LAS ISLAS DEL INFIERNO comienza con el planteamiento de un misterio mundial, personaje misterioso y algo amenazante incluido, profusamente dialogado y no exento de sorpresas. Si bien este libro es, de los cuatro, el que deja más cosas en el aire y el que se recrea más en las especulaciones sin respuesta. El narrador protagonista se presenta aquí (el de la aureola amenazante), y entre sus hallazgos más felices está el de las notas de prensa intercaladas entre capítulos, que son tan interesantes en sí mismas como la propia trama. Se dejan caer, así, pistas y datos que conducen a un final irremediablemente cortado en un momento álgido; no olvidemos que estamos ante una obra de más de mil páginas en su conjunto.