En la oficina de los gatos se registran día a día las incidencias relativas a la historia y la geografía felinas. Bajo la atenta mirada del enorme gato negro que dirige la sucursal número seis, los disciplinados oficinistas realizan sus tareas diarias: el impoluto gato blanco, el apuesto gato atigrado, el bello calicó… pero el más valioso y sensible de todos ellos es el gato de hollín, que sufre la ira y el desprecio de sus compañeros por un único motivo: no tiene raza.
Estos veinticinco cuentos, escritos entre 1918 y 1927, están protagonizados los entrañables habitantes de Ihatov, la utopía fantástica creada por Miyazawa donde todo es posible: gatos oficinistas, cuadrillas de ranas trabajadoras, señales ferroviarias viviendo idilios románticos a la manera de Romeo y Julieta o niños soñadores que viajan entre mundos. Cuentos cautivadores que tejen una alquimia poética entre la vida cotidiana y un mundo surrealista y onírico; cuentos que se nutren del rico folclore tradicional del norte de Japón y de la filosofía budista para construir dramas reales teñidos de fábula que son, ante todo, un canto a la naturaleza y una oda a la compasión universal, los dos pilares sobre los cuales Miyazawa Kenji cimentó su vida.