Se llamaba Jai Vedh, y lo que menos podía imaginar cuando su nave se estrelló en aquel planeta habitado por seres humanos físicamente transformados era que a él también le esperaba una profunda transformación, pero no física, sino mental. Porque le esperaba el duro y peligroso camino de adquirir nuevos poderes psi: telepatía, teleportación.... ¡ y eso le permitiría, al final de su periplo, redescubrir la Tierra, pero no una Tierra como él siempre la había imaginado.