Magdalena Luiz fallece en un accidente de tráfico poco antes de que un pequeño boletín comarcal, llamado El Prodigio de las Letras, saque a la luz la primera parte de su investigación sobre la vida de una misteriosa mujer del siglo XIX. A partir de la publicación de su trabajo inconcluso, el boletín comienza a recibir información de lectores y expertos que aportan detalles desconocidos sobre la mujer objeto de la investigación, una tal Dorotea Suances, fundadora del proyecto denominado La moderna Atenea y poseedora de misterios inconfesables. Con el paso de los meses y los años, los lectores, junto al director de la publicación, irán recomponiendo un puzle de cuyas consecuencias no quedarán a salvo.
Con una estructura tremendamente original, que combina artículos, cartas y correos electrónicos privados, Mª Concepción Regueiro Digón compone una obra repleta de aristas, donde el lector de la novela irá internándose, de la mano de una humilde gaceta local, en los oscuros acontecimientos que rodearon a un personaje adelantado a su tiempo.