Las detectives Mara Rais y Eva Croce, relegadas al departamento de casos sin resolver de la policía de Cagliari, son las responsables de investigar los crímenes sepultados por el silencio de un paisaje en el que perviven ritos de una cultura ancestral. Separadas por el muro de la desconfianza mutua, las detectives comienzan a investigar asesinatos de chicas jóvenes, cometidos años antes en antiguos asentamientos. Hasta que el asesino vuelve a atacar.