Malini está decidida a reclamar el trono que la profecía del dios sin nombre le ha ofrecido. Pero incluso con la fuerza de la ira en su corazón y un ejército de hombres leales a su lado, derrocar a su hermano será una lucha brutal y sangrienta. A pesar de que aún no comprende la magnitud de su poder, las aguas inmortales fluyen a través de la sangre de Priya, sacerdotisa nacida tres veces y mayor del templo de Ahiranya. Su sueño es ver al país libre del gobierno venenoso de Parijatdvipa y de la podredumbre, una enfermedad que se extiende lentamente entre todos los seres vivos. Malini y Priya han elegido caminos separados. Pero sus almas siguen tan entrelazadas como sus destinos y pronto se darán cuenta de que unirse es la única forma de salvar al reino de aquellos que preferirían verlo arder.