La obra completa de Cordwainer Smith cabe en estos cuatro tomos. Son apenas treinta y dos cuentos y una novela. Pero alcanza para dejar con la boca abierta a propios y extraños. Los relatos de Cordwainer Smith ocurren dentro de unos catorce mil años en el futuro y describen la historia futura de la Tierra y otros planetas. El gobierno está ejercido por una aristocracia a la vez benévola y cruel, la Instrumentalidad, que mantiene a los humanos en un estado de atontada previsibilidad que los libra de todo mal al precio de negarles la libertad. A su vez han sido las creadas las “subpersonas” (seres derivados de animales y destinados a la servidumbre y las tareas ingratas que forman el “subpueblo”), cuyas relaciones con los humanos comunes y los gobernantes, en el período en que transcurren las ficciones de Cordwainer Smith, han entrado en crisis, lo que precipita una serie de reformas sociales estructurales conocidas como Redescubrimiento del Hombre. La utopía ha fracasado y la Instrumentalidad no termina de aceptarlo. La crisis tiene fuertes connotaciones religiosas y en los cuentos centrales de la serie, especialmente en “La Dama Muerta de Clown Town” (The Dead Lady of Clown Town, 1964), “Bajo la Vieja Tierra” (Under Old Earth, 1966), “Alpha Ralpha Boulevard” (Alpha Ralpha Boulevard, 1961) y “La Balada de G’Mell” (The Ballad of Lost G'Mell, 1962), alcanza una intensidad y un dramatismo pocas veces visto. Los cuentos están organizados cronológicamente (es decir, de acuerdo con la cronología interna creada por Cordwainer Smith) y sólo la muerte prematura del escritor nos privó de un nuevo alarde de inventiva, ya que en los cuentos finales, y en especial luego del ciclo de Casher O’Neill, se percibe una vuelta de tuerca al problema del poder que detenta la Instrumentalidad con la aparición de los Señores de la Tarde. Un universo imprescindible, sólo comparable al que creó Olaf Stapledon por la vastedad de sus conceptos y la cantidad de variables que involucran. Los viajes espaciales por medios no convencionales, drogas de la inmortalidad, castigos y premios inimaginables, azares e infortunios, sufrimiento y religiosidad. No existe, en toda la historia de la ciencia ficción, una obra tan profunda, poética y coherente como ésta.(Sergio Gaut vel Hartman)