Esta novela, tercera de la serie y de la colección, se desarrolla un año después de los acontecimientos narrados en la anterior. Miguel Ángel Aznar y sus amigos, que habían sido desembarcados por los saissais en un remoto lugar de la Tierra a resguardo de miradas indiscretas, no han sido escuchados por las autoridades (carecen de prueba alguna para demostrar la veracidad de sus afirmaciones) y sus advertencias sobre el peligro que amenaza a la Tierra han caído en el vacío; incluso ellos mismos han perdidos sus empleos, viéndose obligados a sobrevivir como buenamente pueden. Mientras tanto Harry Tierney, un próspero empresario aeronáutico norteamericano, ha diseñado un prototipo revolucionario de avión, el Lanza, gracias a la ayuda de sus colaboradores y de Erich von Eicken, un científico alemán afincado en los Estados Unidos inventor de un nuevo combustible infinitamente más potente que todos los conocidos hasta entonces. Ambos se muestran satisfechos por el éxito obtenido, pero temen, con razón, que su invento pueda caer en malas manos siendo utilizado para la guerra en lugar de para el bien... Así pues, deciden mantenerlo en secreto.