Desde la muerte de su esposa hace casi dos años, Braulio ha perdido las ganas de vivir. Profesor de estadística retirado, para engañar a la asfixiante soledad, dedica sus noches a apuntar la hora exacta en la que se van apagando y encendiendo las luces del edificio del otro lado del canal, sin otro fin que tener algo que hacer, dejar la mente en blanco y evitar que las horas de insomnio se hagan eternas.
Un inesperado acontecimiento que pone su vida patas arriba lo lleva a hacer un descubrimiento por casualidad, algo que es totalmente imposible: las luces de cada una de las ventanas del edificio se apagan o se encienden siguiendo un patrón que se repite cada once días, exactamente, con una precisión milimétrica, a la décima de segundo.
Cuando Braulio compra en el centro comercial unos prismáticos para vigilar el edificio de cerca descubre algo que le hiela la sangre, algo que hubiera deseado no ver jamás.
Algo que lo obliga a intervenir, aun sabiendo que pondrá su propia vida en juego.
¿Te atreves a poner en duda todo lo que creías conocer acerca de la existencia?