El gran Anthony T. Jim Jr., más conocido como Tony Jim o simplemente como Sr. Jim o el chaval aquél, comenzó sus aventuras a temprana edad, como navegante a sueldo de la Flota Estelar de Planetas Galácticos, o en sus siglas en común, FLEPAG.
Lo de "a sueldo" es un decir, porque los señores de esta famosa organización, con la excusa de que en la Federación no existe el dinero, nunca pagaron un duro (ni un euro, ni un crédito, ni similar) al Sr. Jim.
Obviamente éste no fue el motivo, o al menos no fue el único motivo, por el que nuestro protagonista dejara la Flota Estelar. Bueno, dejémonos de tonterías, realmente la Flota lo dejó a él. No se lo digan a nadie, pero en verdad lo que sucedió es que el Sr. Jim fue expulsado con honores de dicha organización, aunque es probable que él mismo niegue este hecho. Aunque nunca han estado claras las causas de dicha expulsión, eso también hay que decirlo.
En cualquier caso, esto no fue impedimento para que el Sr. Jim continuara sus aventuras, esta vez por libre, claro está, y a veces en compañía de la bella alienígena llamada Xeni-Guay. Muchas de estas aventuras fueron recogidas, de manera independiente, en el volumen anterior al presente, bajo el título de «Relatos del piloto Jim: Una odisea trek». Y una pequeña parte de dichas nuevas aventuras también las podemos encontrar en el presente volumen: «Jim, héroe galáctico», también como lectura emocionante e independiente.
No obstante, dado los tiempos que corren de crisis, veremos en el presente ejemplar de las aventuras del Sr. Jim, cómo nuestro aguerrido héroe, deja de trabajar por libre, para volver a ser un trabajador por cuenta ajena. Lo cual, por supuesto, no le impedirá seguir con sus rescates de damiselas en peligro (su especialidad, sin duda), sus enfrentamientos con las principales especies alienígenas del cuadrante alfa e incluso consigo mismo, y un montón de aventuras más, aunque algunas de ellas, ahora sí, cobrando poco, pero cobrando, que algo es algo y menos da una piedra, y hace un chichón.
Así que preparaos para entrar en un mundo de elfos… ejem, digo vulcanos, klingons, alienígenas exóticos, hombres largarto e incluso ferengis, aventuras galácticas, aventuras telefónicas y, sobre todo, mucho, mucho frikismo.