Jacobson ha creado un mundo en donde un hombre y una mujer se enamoran a partir de la más absoluta desmemoria de sus respectivos pasados, vinculados tan sólo por una gran catástrofe pasada –una especie de segundo Holocausto– cuyos detalles desconocen y a la que todo el mundo se refiere comúnmente como «Lo que sucedió, si es que sucedió». A diferencia de novelas donde se esboza un terrible futuro totalitario, como las de George Orwell o Aldous Huxley, en la sociedad futura de Jacobson, muy en línea con la nuestra, la tiranía proviene de una blanda imposición de lo normal, de la proliferación del gusto por lo mismo, hasta que toda diferencia queda lentamente abolida.